Estados Unidos y sus aliados occidentales no tienen dudas de la responsabilidad de Damasco en el uso de armas químicas en el conflicto interno y discutían ayer martes una posible respuesta militar contra el régimen sirio.
“No debería haber dudas (...) de que el régimen sirio es responsable del uso de armas químicas el 21 de agosto en las afueras de Damasco”, declaró Jay Carney, portavoz del presidente estadounidense, Barack Obama, que prometió publicar un informe de los servicios de inteligencia esta semana.
Con una acción militar que se considera como casi cierta en los próximos días, Siria prometió por su parte defenderse de lo que califica como medidas “sorpresivas”, mientras que sus aliados Rusia e Irán advirtieron que el uso de la fuerza tendría consecuencias nefastas.
Las bolsas de los mercados globales se desplomaron y el precio del petróleo alcanzó un récord en los últimos seis meses a medida que el sonido del tambor de guerra parece sonar más fuerte.
Por su parte, el secretario estadounidense de Defensa, Chuck Hagel, declaró que su país está “preparado”.
“Hemos desplazado recursos al terreno para cumplir y acatar cualquier opción que el presidente (Barack Obama) desee emprender”, explicó.
Aunque “el presidente no ha tomado todavía una decisión”, insistieron este martes la Casa Blanca y el departamento de Estado.
Por otro lado, y por segunda vez en tres días, Obama y el primer ministro británico David Cameron, dialogaron por teléfono para “discutir respuestas posibles de la comunidad internacional al uso indiscriminado de armas químicas el 21 de agosto”, según un muy breve comunicado de la Casa Blanca.
OPUESTOS A UNA ACCIÓN MILITAR
Rusia, principal aliado de Siria, manifestó su preocupación por esos preparativos, pidió “prudencia” a los occidentales y advirtió sobre las consecuencias “catastróficas” para la región de una nueva intervención sin el aval de la ONU, como la realizada en 2003 por Estados Unidos contra Irak.
Rusia, principal aliado de Siria, manifestó su preocupación por esos preparativos, pidió “prudencia” a los occidentales y advirtió sobre las consecuencias “catastróficas” para la región de una nueva intervención sin el aval de la ONU, como la realizada en 2003 por Estados Unidos contra Irak.
El viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, dijo en su cuenta de Twitter que “Occidente se comporta con el mundo islámico como un mono con una granada”. Estados Unidos tiene pocas esperanzas de obtener la autorización del Consejo de Seguridad, debido precisamente a la oposición de Rusia, uno de los cinco países con derecho de veto en ese organismo de Naciones Unidas.
También se mostró contrario al eventual ataque militar el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que también solicitó este martes cautela a Washington. “Un ataque podría ser el inicio de una conflagación contra Siria.
Fuente: Listin Diario.
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