El cigarrillo aumenta ciertos riesgos durante el posoperatorio. El paciente puede presentar trastornos de la cicatrización si no deja de fumar en el período de abstinencia.
Massiel Mercedes
Santo Domingo
Son muchos los riesgos a los que se enfrentan las personas que fuman cuando deciden practicarse una cirugía plástica. Sin tener conocimiento de los peligros que conlleva, algunas de estas entran al quirófano con vida y salen de ahí sin ella.
El someterse a una serie de estudios y análisis médicos antes de una intervención puede salvarle la vida; y es que como dice un refrán: “Más vale prevenir que lamentar”.
Debido a ciertos químicos que contiene el cigarrillo, el paciente fumador corre el riesgo de que se le afecte “la vitalidad de los tejidos”, y en algunos casos esto puede llegar a interrumpir la viabilidad de la cirugía realizada, explica el cirujano plástico Emmanuel Mallol Cotes.
Uno de los peligros se presenta cuando los vasos sanguíneos terminales no llevan la cantidad de sangre necesaria, por tanto el oxígeno no llega al área tratada y surgen problemas para la cicatrización, manifiesta.
Advierte que el paciente puede presentar trastornos de la cicatrización si no deja de fumar un período antes y después de la cirugía.
Los problemas respiratorios y pulmonares asociados al cigarrillo también pueden afectar la salud general del paciente.
El especialista recomienda a los tabaquistas crónicos someterse a una evaluación neumológica antes de practicarse la cirugía plástica, para evitar dificultades en el quirófano.
Mallol Cotes dice que es importante trabajar en conjunto con un neumólogo, y si este lo considera necesario realizará al paciente alguna prueba especial en el ámbito respiratorio.
Agrega que, como parte de los exámenes preoperatorios, se debe realizar una radiografía de tórax.
Evaluación
Todo doctor antes de hacer una cirugía estética, debe efectuar al paciente un conjunto de estudios médicos, para determinar si es posible o no ejecutar el procedimiento. Para eso hay que reunir ciertos requisitos que demuestren las óptimas condiciones en que se encuentran las personas que van a someterse a la cirugía, destaca Mallol Cotes.
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ABSTINENCIA DURANTE TODO EL PROCESO
Se debe tomar en cuenta que el tabaco y el cigarrillo aumentan ciertos riesgos en el posoperatorio; por eso se deben controlar. A esto se debe la necesidad de que el paciente fumador se comprometa a dejar por un tiempo el cigarrillo.
“Lo recomendable es un mes antes de la cirugía y por lo menos dos meses después de ella, es decir alrededor de tres meses en total”, explica el cirujano plástico Emmanuel Mallol Cotes.
“Es importante el grado de compromiso del paciente, ya que la idea es hacer una cirugía con el menor riesgo posible”, expresa.
Listin Diario.
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