sábado, septiembre 02, 2017

Emely: símbolo contra la violencia


LA MARCHA FÚNEBRE SE PROLONGÓ UNA HORA Y 40 MINUTOS PARA LLEGAR AL CEMENTERIO

Dalton Herrera
San Francisco de Macorís

Los retratos de Emely Peguero Polanco que portaban cientos de personas que acudieron ayer a su entierro en el cementerio de Cenoví, de esta ciudad, han convertido a la adolescente de 16 años en un símbolo contra la violencia hacia la mujer.

Su cuerpo fue trasladado alrededor de las 11:30 de la mañana a la Parroquia San Antonio de Padua, en la Capilla Madrid, en un ataúd blanco con una foto suya pegada en el centro, con coronas florales y lazos con mensajes de despedida.

Aquella caja encerraba los restos de la joven, que era una estudiante ejemplar, a quien le fue arrebata la vida con violencia, a manos de Marlon Martínez, en complicidad, supuestamente, de su madre, Merlin Martínez, Joaquín Pereira Guzmán y Basilio Roberto Vásquez. Estos dos últimos eran el propietario de una finca cercana al lugar del hallazgo del cadáver, y el capataz de este, respectivamente.

“Me han arrancado la paz y ni me acuerdo de la dicha...”, rezaba la frase del sacerdote Diómedes Ángeles mientras oficiaba la misa de cuerpo presente, ante el llanto de Genaro Peguero y Adalgiza Polanco, padres de la menor asesinada.

Concluida la misa a las 12:30 de la tarde, la marcha fúnebre inició su largo trayecto hacia la última morada de Emely, bajo un intenso sol y un cielo despejado de nubes.

Hombres, mujeres y niños en motocicletas, carros y yipetas, incluso, personas que prefirieron seguir la caravana caminando, recorrieron una hora y 40 minutos de camino al cementerio.

Sus motivos lo gritaban a los cuatro vientos y era el de acompañar a Emely Peguero al nicho que le servirá de descanso eterno. Al menos, sus familiares y amigos tendrían un lugar hacia donde visitarla, como ellos mismos comentaban, entre lágrimas y dolor.

Listin Diario.

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