viernes, septiembre 08, 2017

Huracán hizo añicos toda una vida de sudor y trabajo en Samaná y Nagua



Dalton Herrrera
Nagua, María Trinidad Sánchez

El zinc retorcido y la madera vieja que servía para proteger a 47 familias del sector Boba, en la provincia María Trinidad Sánchez, permanecían en el suelo.

Otras 25 viviendas se mantuvieron de pie ante el poderoso huracán Irma, pero quedaron en condiciones paupérrimas e inhabitables.

Los afectados, sobre todo los ancianos, miraban el sudor de toda una vida hecha añicos en el pavimento como resultado de los efectos destructivos del ciclón más temible que se haya formado en el Atlántico.

A las 5:00 de la madrugada de ayer, hora en que Irma comenzó a sentirse en la zona nordeste de República Dominicana, los vientos huracanados, con ayuda del fuerte oleaje que azotó las costas de Nagua, hicieron que los árboles que se encontraban a orillas de la playa se plancharan fácilmente.

Ni los árboles de inmensos troncos se salvaron ya que fueron derribados desde raíz, ni tampoco salieron ilesas las paredes de cemento que se hallaban en la playa y que protegían a los hoteles de la zona para situaciones como estas.

Las olas del mar alcanzaron hasta la carretera, lo que preocupó a los residentes de las zonas aledañas.

Los letreros que señalaban las direcciones de los municipios quedaron doblados, algunos fueron arrancados totalmente, y otros arropados por las piedras.

Alrededor de 3,000 personas fueron desplazadas a 38 refugios, dejando atrás sus pertenencias materiales pero salvaguardando sus vidas.

En Samaná, la situación no era distinta. Las vías que comunican a Las Terrenas con el municipio de Sánchez quedaron incomunicadas por los alambrados en el suelo y los árboles derribados por los vientos del huracán. En Samaná 19 casas fueron destruidas y 800 personas trasladadas a albergues como prevención, ya que la mayoría de aquellos hogares estaban a merced del fuerte oleaje. Hasta el momento no se habían reportado personas muertas ni heridas.

Luego de cuatro horas de los fuertes vientos provocados por el poderoso huracán Irma en su paso por el Atlántico, tanto las zonas costeras de María Trinidad Sánchez como Samaná, estaban repletas de basuras, piedras en el camino, alambrados y árboles con ramos en el suelo, obstaculizando el tránsito.

Las autoridades de la región Nordeste prometieron que a partir de hoy tendrán el resultado completo de los daños provocados por el paso del fenómeno atmosférico que arrasó otras islas.

Listin Diario.

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