jueves, diciembre 14, 2017

La bonanza en RD no ha acabado la pobreza, dice BID



La representante en República Dominicana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) planteó ayer que el país debiera aprovechar el período de relativa bonanza económica para profundizar reformas estructurales que permitan afianzar las finanzas públicas y avanzar en reducir la pobreza.

Flora Montealegre dijo también que es importante que el crecimiento pueda empujar hacia una reducción de la desigualdad, mejorando la calidad de vida de todos los dominicanos, en especial de una gran parte de la población que hoy se siente excluida.

Aseguró que para cerrar esas brechas de desarrollo y construir los “colchones financieros” que permitan afrontar situaciones de crisis sin que se reviertan los logros alcanzados, un primer gran reto es aumentar la productividad y expandir las oportunidades de empleo productivo. “Sabemos que la mitad del empleo en la República Dominicana sigue concentrado en el sector informal, en su mayoría en sectores con muy baja productividad (servicios y comercio), y que los salarios reales continúan relativamente estancados”, indicó, Montealegre al exponer en el Almuerzo Mensual de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR).

Resaltó que durante la última década el país ha exhibido un crecimiento promedio de casi 6% anual, el segundo más alto de la región, al tiempo que el Producto Interno Bruto per cápita se ha duplicado. “Incluso, en la coyuntura actual, donde el entorno global se ha vuelto incierto para la mayoría de los países Latinoamericanos, República Dominicana continúa con expectativas de crecimiento por encima del promedio regional”, sostuvo. Y agregó que gracias a ese crecimiento, y a un conjunto de políticas públicas en el ámbito social, se puede decir que el país está avanzando en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

“Aunque debo decir que estas siguen en niveles superiores al promedio de América Latina y el Caribe, y recién alcanzan niveles similares a los registrados previo a la crisis bancaria del 2003”, sostuvo.

De acuerdo con las informaciones que maneja la representante del BID, los análisis del crecimiento económico muestran que la contribución de la productividad al crecimiento económico durante la última década ha sido muy baja. Esto significa que existen factores que representan cuellos de botella para la inversión y la producción en el país.

Montealegre que inició su misión en República Dominicana desde junio de 2013, resaltó que en salud y protección social, el Gobierno ha iniciado un proceso de importantes reformas que debe continuar profundizando, prestando particular atención a mejoras en la calidad de los servicios y en la eficiencia y efectividad del gasto. “Para un país de los niveles de ingreso de República Dominicana, no deberían observarse, por ejemplo, las elevadas tasas de mortalidad infantil y mortalidad materna, ni los niveles de embarazo adolescentes y de feminicidios que se registran actualmente”, indicó.

Planteó que esos y muchos otros desafíos, como el acceso a vivienda digna y a servicios de agua potable y saneamiento, deben abordarse con urgencia. “Si bien es cierto que cerrar las brechas en materia social requiere de mayores inversiones por parte del Estado, en el corto y mediano plazo se podrían mejorar los servicios fortaleciendo la coordinación entre instituciones del Estado, integrando la provisión de distintos servicios, y focalizando mejor el gasto social siguiendo los criterios técnicos del Siuben para alcanzar a las poblaciones más vulnerables”, apuntó.

David Fernández

En la presentación de Montealegre, el presidente de la AMCHAMDR, David Fernández agradeció y reconoció a la administración del presidente Danilo Medina por la reciente creación de la Comisión Nacional de Facilitación de Comercio, mediante el decreto 431-17. “Esta comisión desempeñará un papel crucial a la hora de unificar esfuerzos entre el sector público y el sector privado para reducir costos, tiempos y complejidad del comercio transfronterizo”, aseguró.

Resaltó que se trata de un paso de suma importancia en el objetivo nacional de transformar a la República Dominicana en un centro logístico regional y alcanzar los compromisos en el Tratado de Facilitación de Comercio de la Organización Internacional del Comercio. Sin lugar a dudas, el crecimiento económico de la República Dominicana ha sido uno de los más fuertes de América Latina en los últimos 25 años. “Algunos datos así lo demuestran”, sostuvo. David Fernández reconoció la labor de la representante local del BID.

Dice la conclusión Punta Catalina es fundamental

Flora Montealegre sostuvo que una de las acciones principales que habría que tomar para alcanzar el grado de inversión es avanzar en la reforma del sector eléctrico, reduciendo la dependencia al petróleo, para lo cual es necesario concluir a Punta Catalina y fomentar la transición acelerada a una generación eléctrica basada en fuentes renovables y limpias, espacio donde la inversión privada podría liderar. “Pero sobre todo hay que seguir reduciendo los subsidios y pérdidas de distribución eléctrica”, advirtió.

El alcance acción pública en el país es restringido

En su exposición, la funcionaria del BID indicó que hoy día el alcance y la profundidad de la acción pública está restringida por los bajos niveles de recaudación fiscal y por la rigidez del gasto público. “Todos sabemos que en los últimos años la deuda pública se ha incrementado producto de los persistentes déficits fiscales, que la presión tributaria es baja en comparación con otros países de niveles de desarrollo similares y que la evasión de los impuestos es una práctica bastante generalizada en el país”, indicó.

El Caribe.

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