sábado, marzo 21, 2020

Un pueblo sin consciencia.


Qué se puede esperar de un pueblo que toma a relajo un caso tan serio como el que estamos atravesando en estos momentos.
En Tamboril han tirado clavos y grapas para que las autoridades no puedan hacer su trabajo. Imagínense que una ambulancia trasladando enfermos se tenga que detener porque se le pinchen las gomas.
Por Dios!

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