Al final, nos tocará convivir con el Covid-19.

Por: Robert Cabrera

robertpcabrera@hotmail.com

10 de abril del 2020.- Si algo positivo nos ha traído la cuarentena obligatoria que estamos viviendo, es que nos ha permitido detenernos a pensar y analizar muchas cosas.

Acaba de aparecer una información de que en Corea, 51 personas que se suponían curadas del Coronavirus, han vuelto a dar positivo en nuevas pruebas. De ser así, la situación se complica y las muertes serán millonarias.

Como se han ido desenvolviendo las cosas, no habrá, durante un largo tiempo, una solución médica que nos pueda asegurar que estemos inmunes al Coronavirus y esto traerá como consecuencia, que los gobiernos, nos den la libertad de salir a las calles por nuestra cuenta y riesgo, ya que las economías de los países están colapsando y las personales no resisten mucho tiempo más.

Si la población mundial hubiese acatado el llamado al encierro y las autoridades de cada país hubiesen sido más severas en el control del tránsito local y foráneo, quizás esto no habría llegado tan lejos.

Pienso que estaremos conviviendo con el Covid-19, a sabiendas de que una gran parte de los habitantes del mundo sucumbirán ante el intento de integrarse a la sociedad.

De todos modos, ya nada será igual. Pocos se integrarán a las actividades sociales, deportivas y religiosas. Habrá nuevas formas de trabajar y ganarse la vida y socializar tendrá su protocolo, procurando distancias para evitar contagios.

No quiero pecar de negativo, pero todo indica que llegará el momento de salir cada día rogando a Dios que nos proteja o simplemente retando a la muerte en cada acción.

Los humanos no hemos acatado el llamado de las autoridades sanitarias y vamos a pagar caro nuestra desobediencia.

Pero no todo se ha perdido, de esta calamidad ha salido un gran ganador... "El Planeta", que ha recuperado en gran parte la capa de ozono, los ríos y mares se han limpiado; animales que se creían exterminados reaparecen, lo que indica, que la plaga del mundo somos los seres humanos.