jueves, diciembre 10, 2020

Imprudencia ciudadana, merma la inversión social.

 



Por: Robert Cabrera

robertpcabrera@hotmail.com

Tamboril, Santiago; R.D.- 10 de diciembre de 2020.- En esta semana, tocamos el tema de la falta de educación cívica, que ha traído como consecuencia, el que las autoridades deban emplear tiempo y recursos en recogida de basura, entre otras cosas.

Recursos que podrían destinarse a obras de uso común, a planes sociales que vayan en auxilio de los más necesitados, son usados para tratar de remediar lo que provocan las malas costumbres de los munícipes que no saben vivir en comunidad.

Ayer vimos con tristeza unas imágenes publicadas en las redes sociales, en las que el gerente de Quejas y Respuestas del Ayuntamiento, colocaba un muro de zinc, en la cabecera del puente de La Cacata, para evitar que se siga utilizando el lugar como vertedero.

Ver este material utilizado para esos fines, me hizo pensar que con eso, se pudo arreglar el techo de alguna familia pobre, que viva en condiciones precarias.

Pero no nos quedamos ahí. Vemos como constantemente el ayuntamiento se ve precisado a realizar operativos de limpieza profunda y retiro de malezas en solares baldíos, labor que corresponde a los dueños de esos terrenos que compran y abandonan, con el único objetivo de obtener ganancias por plusvalía.

Todas esas acciones de las autoridades municipales, tienen un costo en pago de personal, uso de vehículos, combustible, herramientas y otros, dinero que falta para poner en marcha proyectos en beneficio de las diferentes comunidades y en ayudas a los menos favorecidos económicamente.

Entiendo que si la gente no reacciona por las buenas, es tiempo de aplicar sanciones que eliminen de una vez y por todas, las malas prácticas de arrojar desperdicios en las calles y abandonar a su suerte los solares en el área urbana.

Es facultad de la sala capitular, establecer mediante resolución, las multas a violadores de los reglamentos municipales y creo que es tiempo de que los concejales apunten en ese sentido, para así mejorar las inversiones municipales, utilizadas en corregir el accionar ciudadano incorrecto.

Las autoridades municipales leen nuestras publicaciones y deben comenzar a agarrar el toro por los cuernos, como sugerimos en este artículo.

Es tiempo de decirle no a la basura, no a los estacionamientos en lugares prohibidos, no a los desperdicios arrojados al río y a las cañadas, no a los negocios en las aceras, no a los talleres en las calles, en fin, es tiempo de poner el orden en Tamboril.

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