miércoles, marzo 03, 2021

De Plutarco a Daniel.





 Por: Robert Cabrera

robertpcabrera@hotmail.com

3 de marzo de 2021.- La población dominicana fue impactada este viernes 26 de febrero, cuando un decreto del presidente Luis Abinader, destituía al Ministro de Salud, Dr. Plutarco Arias, justamente a horas de la primera rendición de cuentas del primer mandatario.

Mayor fue la sorpresa, cuando en su discurso ante el congreso nacional, el presidente Abinader, destacaba los logros de su gobierno en la lucha contra el Covid-19, cuya responsabilidad recae precisamente en el ministerio representado por Arias.

El disgusto expresado por la ciudadanía, ante lo que se consideró un atropello a un profesional honesto, no se hizo esperar. Las redes sociales expresaron su apoyo al destituido ministro y en un hecho inusual, el país esperó 72 horas, para conocer quién sería su sustituto al frente de la cartera de salud. 

En una jugada maestra, el presidente anuncia mediante decreto la designación del Dr. Daniel Rivera en el puesto, echando un balde de agua al fuego provocado con el despido de Plutarco.

Y, ¿por qué hablamos de jugada maestra? Pues solo con la designación de Rivera, se podía aminorar las críticas a la destitución de Arias, ya que ambos son amigos inseparables, compañeros que ejercen en la misma clínica y el ministerio queda en manos de otro santiaguero.

Ambos son médicos prestigiosos, con más de tres décadas de ejercicio. Su honestidad no está en duda y en el caso de Rivera, se recuerda que siendo director del Hospital Cabral y Báez, logró una gestión sin precedentes, sin escándalos, sin nepotismo y hasta el momento jamás igualada.

Los dos han sido dirigentes de Partido Revolucionario Moderno, que llegaron a la organización desde el PRD, justo al momento de la fundación de la nueva organización política.

De igual modo, ambos han sido precandidatos a senador por la provincia de Santiago y también han sido gente de confianza de Hipólito Mejía.

Su capacidad como profesionales y su calidad humana, no distingue a uno del otro.

La diferencia está en que Plutarco Arias es un hombre parco al hablar, sin muchas condiciones para comunicar y conserva su personalidad pueblerina, traída desde su campito de Licey.

Daniel Rivera, por el contrario, con un pensamiento citadino y un porte principesco, es un maestro en materia de administración y lo ha demostrado en diferentes escenarios. En la comunicación, Rivera ha sido conductor de programas de televisión y radio, siendo un maestro de la palabra, con condiciones histriónicas, ya que ha sido actor de teatro, junto a su amigo Lincoln López y su compañero médico Frank Espino.

Ante este escenario, se espera que en el caso de Daniel Rivera, no se han de repetir los errores de Plutarco Arias, puesto que el primero está acostumbrado a enfrentar al público y a la prensa y en cuanto a la administración, es difícil que le hagan "coca", como se dice en los corrillos populares, ya que en eso tiene un tigueraje, que le falta a Plutarco.

De todas maneras, el ministerio de salud, durante la gestión gubernamental de Luis Abinader, ha estado en buenas manos y los resultados se seguirán produciendo, sin dudas, para beneficio de la población.

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