domingo, marzo 07, 2021

Grupo detrás de la cabeza del director del hospital de Tamboril.

 



Por: Robert Cabrera

robertpcabrera@hotmail.com

Tamboril; R.D.- 7 de marzo de 2021.- Los hospitales son instituciones del Estado, que por su naturaleza, no pueden manejarse de la misma manera que el resto de las dependencias gubernamentales.

En la parte administrativa, podría nombrarse un personal que responda al partido oficialista, más no así en el equipo médico y de enfermería.

El manejo de la salud del pueblo, debe de estar en manos de profesionales expertos en las diferentes ramas de la ciencia médica.

De ahí que no todos los que trabajan en un centro de salud, pueden ser médicos generales, o cardiólogos, gastroenterólogos, en fin, debe haber un equilibrio, para poder atender con eficiencia, las necesidades de los que allí lleguen en busca de remediar su mal.

El Hospital doctor Jorge Armando Martínez (Ico), está en manos de un médico de probada seriedad y conocido por su entrega desinteresada. El doctor Bolívar Quezada, ha demostrado que para él, la medicina es un sacerdocio, razón por la cual, éste no ha acumulado fortuna, sino que ha dedicado su ejercicio a servir a aquellos que no poseen recursos económicos para cuidar de su salud y salvaguardar sus vidas.

Paradójicamente, un grupo de simpatizantes y miembros del Partido Revolucionario Moderno, en el municipio, organización que llevó al Dr. Quezada a la dirección del centro de salud de Tamboril, han montado una campaña para desacreditar a este profesional probo, ya que según ellos, él ha preferido a los médicos y enfermeras del Partido de la Liberación Dominicana, sin permitir la entrada de sus compañeros de partido.

El grupo ha amenazado con protestas frente al hospital, para que el doctor Bolívar Quezada, nombre a un médico que por indisciplina, fue sacado de ese y varios otros centros de salud.

Anuncian una investigación acerca de supuestas indelicadezas que se han producido durante la corta gestión de Quezada, que serían hechas públicas, de no ceder a las pretensiones de colocar al médico que aúpan.

Da mucha pena, que por razones tan baladíes, se pretenda jugar con la moral de un hombre que  solo ha sabido entregar sus conocimientos al servicio de la salud de los ciudadanos que acuden a su consulta y ahora al hospital que con mucha honra dirige.

El recién designado ministro de salud pública, doctor Daniel Rivera, hombre sabio y gerente eficiente, no debe dejarse sorprender ante la trama montada para hacer rodar la cabeza del director del hospital municipal de Tamboril, ya que de lograr su objetivo, el grupo que lo quiere fuera del cargo, habría atentado contra la moral y el buen desempeño de un profesional, cuyo único pecado ha sido caminar por el sendero del bien y entregarse en cuerpo y alma a brindar salud y vida a quienes dependen del Estado para ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario