Santiago. José Joaquín Beato lleva un largo tiempo recluido en el hospital regional universitario José María Cabral y Báez, no tiene familia que lo visite y mucho menos quien le dé acogida cuando sus condiciones permitan que sea dado de alta.
Beato, de 64 años de edad y con varias complicaciones de salud, se encuentra ingresado en la habitación 604, planta sexta norte del referido centro de salud. Como no puede valerse por sí mismo para comer, Milagros González, una buena samaritana que tiene un pariente recluido en el Cabral y Báez, lo ayuda a alimentarse y en otros quehaceres. “José Joaquín es una persona que no recuerda a nadie, parece que no tiene familiares y dice que vivía en Villa Progreso, pero esa versión no ha podido ser confirmada”, expresó González. Su mayor preocupación es lo que pasará cuando el familiar que tiene ingresado sea dado de alta y no pueda volver a prestar atención a José Joaquín Beato.
Nadie los visita
En similares condiciones se encuentra Lucila Casimira Rosario Lobera, de 60 años, quien fue llevada por emergencia por presentar trastorno afectivo bipolar el día 23 de abril de este año. Los datos recabados establecen que es nativa de la comunidad La Gallera en la parte norte del municipio. Hasta el momento ninguna persona se ha presentado como su pariente o con intención de ayudarla.
Mientras que el anciano Rafael Báez, de 84 años, fue recibido en el centro de salud al presentar un cuadro de diabetes descompensada. Báez ingresó el día 24 de abril y llegó totalmente desorientado. Dice que su residencia está ubicada en el sector Los Ciruelitos, en la parte norte del municipio cabecera de Santiago de los Caballeros. Dentro de la labor social, la dirección del hospital decidió publicar las fotos de los internos en las redes sociales para poder dar con el paradero de los familiares.
Adultos abandonados a su suerte
En el caso de Antonio Burgos Corniel, de 69 años, también ingresó por emergencia al presentar síndrome coronario agudo. Aunque sus condiciones permiten darle de egreso, y los datos suministrados por el hospital indican que es del barrio La Cacata de El Ingenio Abajo, en Santiago Oeste, hasta el momento ningún pariente se ha presentado para reclamarlo.
El Caribe.
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