Por: Robert Cabrera
robertpcabrera@hotmail.com
Tamboril; R.D.- 10 de junio de 2021.- Los libros de la antigua biblioteca Tomás Hernández Franco, permanecieron sin uso durante largos años, lo que los deterioró, llenándose de polilla y bacterias, que podrían haber dañado la salud de los niños, jóvenes o adultos que los abrieran.
El poco interés por la lectura, llevó a que casi todos los ejemplares de ese centro cultural, se vieran afectados y se convirtieran en un peligro para la salud de los usuario.
De ahí que una decisión sabia, emanada por la autoridad principal del municipio, sacara los libros del local y los enviaran al vertedero municipal, donde fueron extinguidos por las llamas.
Todo tiene un tiempo útil y a esos libros les llegó el suyo.
Mala decisión habría sido permitir la contaminación de quienes fueran en busca de sabiduría y encontraran una enfermedad.
Los críticos, parciales del partido oficial, solo hablan del crimen cometido al quemar los libros, pero no destacan que, estos fueron sustituidos por computadoras, con internet gratuito, en un local habilitado con aire acondicionado, mobiliarios modernos, donde todos pueden acudir a leer de forma virtual, como se hace hoy en día, sin la incomodidad de un espacio caluroso y contaminado.
La nueva biblioteca Tomás Hernández Franco, construida por disposición del alcalde Anyolino Germosén, con la colaboración del amigo alcalde Joe Román, de San Lorenzo, Puerto Rico, es un centro cultural moderno, adecuado a los nuevos tiempos, pero difícil de asimilar por aquellos que no han evolucionado mentalmente y su atraso los hace ver un crimen, donde en realidad se realizó un rescate a la cultura y salud del pueblo.
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