lunes, agosto 30, 2021

Acercamiento de Anyolino Germosén al presidente Abinader, crea ronchas dentro del PRM. Periodista destaca que no se invitó a los perremeistas locales.

 







Por: Robert Cabrera

robertpcabrera@hotmail.com


Tamboril, Santiago; R.D.- 30 de agosto de 2021.- Fotos que circulan en la redes sociales, en las que se ve al alcalde Anyolino Germosén conversar con el presidente Luis Abinader, han creado ronchas en la dirigencia local del partido oficial, quienes según el periodista Arturo Taveras, no fueron invitados al acto inaugural del complejo deportivo, construido por la fundación Go Ministries.

En un artículo publicado en su página digital, Código 32, Taveras expresa que es una burla presentar las fotos del alcalde con el primer mandatario de la nación, sin que se tomara en cuenta a los dirigentes del partido de gobierno, para participar en el acto.

Según Taveras, el alcalde estaría apadrinado por empresarios que procuran su paso del Partido de la Liberación Dominicana, al Partido Revolucionario Moderno.

El veterano periodista, quien es relacionista público de una importante empresa del municipio, hizo puntualizaciones basadas en fragmentos del libro "Las 48 Leyes del Poder" del escritor y psicólogo estadounidense Robert Greene.

Antes de utilizar algunas de las Leyes de Greene, quiero destacar que, como máxima autoridad municipal, el alcalde, sin importar de quien se trate, debe ser invitado a este tipo de actividades.

Como político experimentado, Anyolino ha cultivado la amistad de los grandes líderes nacionales, sin importar de qué lado estén colocados en el ajedrez político.

Su capacidad y destreza lo han llevado a ocupar todas las posiciones de la Federación Dominicana de Municipios, en la Liga Municipal Dominicana donde es Copresidente y el el PLD a nivel nacional siendo el secretario de asuntos municipales.

Como Arturo Taveras es un seguidor acérrimo de Robert Greene, analicemos su artículo en función a las propias leyes del escritor estadounidense.

La Ley 19 de Greene expresa: "Sepa con quien está tratando, no ofenda la persona equivocada". Se sabe que el nuevo amo de Taveras, aspira tras bastidores a ser alcalde de Tamboril, sin un trabajo político, ni una estructura leal que le dé soporte. Atacar en este momento a Anyolino, no tiene sentido, ya que en varias ocasiones ha manifestado que su ciclo como alcalde termina en el 2024 y por tanto, no aspirará a un cuarto período. Esto evidencia que se equivocan al atacar a Germosén, porque este no amenaza a quienes aspiran a alzarse con la candidatura  y lógicamente con la alcaldía.

Ley 3: "Disimule sus intenciones, desconcierte a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin revelar nunca el verdadero propósito de sus acciones". Como no se ha hecho de público conocimiento las aspiraciones de su amo, la idea es confundir a la gente con la farsa de un paso de Anyolino al partido de gobierno. Me pregunto: ¿Será el alcalde más amigo de Abinader que de su excompañero Leonel Fernández? Todo indica que no, y si no dio el paso a la Fuerza del Pueblo, adonde su mentor y amigo, ¿Qué buscaría entonces  en el PRM? Con esto se trata de disimular el propósito y desconcertar a la gente.

Ley 15: "Aplaste por completo a su enemigo". Yo diría que aquí han conseguido lo que en pelota se llama doble play, pues tratan de crear animadversión hacia el enemigo que desde el PLD vendría a avasallar a los perremeistas, pero además, enfrentan a los compañeros al sentirse humillados e ignorados.

Podríamos desarrollar más, apegados al libro guía de Taveras, pero como muestra basta un botón.

Lo cierto es que dentro del PRM local hay serios problemas, no solo la denuncia de Arturo Taveras con respecto a que no se invitó a los dirigentes perremeistas a los actos con la presencia del presidente de la República, sino que el pasado viernes, otro periodista allegado a esa organización, Ricardo Vásquez denunció que al dirigente nacional Guido Gómez Mazara, lo dejaron solo, sin una representación oficial de la organización política en el municipio a quienes calificó de malos anfitriones.

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