jueves, agosto 26, 2021

El ordenamiento vial debe ser la próxima prioridad del alcalde de Tamboril.

 



Por: Robert Cabrera

robertpcabrera@hotmail.com

Tamboril, Santiago; R.D.- 26 de agosto de 2021.- Aun cuando es sabido de todos los esfuerzos realizados por el alcalde Anyolino Germosén por mantener el pueblo limpio y económicamente desarrollado, uno de los problemas que está concitando el interés de los habitantes de Tamboril, es el desorden vial en que se vive en el municipio.

El crecimiento poblacional, la construcción de grandes proyectos habitacionales y viviendas particulares y como consecuencia de esto el crecimiento del parque vehícular, han convertido en una odisea transitar por las calles del municipio.

La mayoría de los negocios tradicionales, ubicados en el centro urbano, no disponen de estacionamiento, además de que se ha permitido la construcción de edificios comerciales en el mismo centro de la ciudad, sin exigirles estacionamientos como ordena la ley, son parte de los inconvenientes, que presenta la circulación en Tamboril.

La permisibilidad está opacando la buena gestión del alcalde y quita todo el lucimiento a las obras que esta gestión ha venido realizando.

A todo esto se agrega una cantidad de carritos vendiendo en las aceras, talleres que reparan vehículos encima de las aceras y en medio de la calle, estacionamientos a ambos lados de las vías, aun en calles muy estrechas, paradas de motoconchos en esquinas y las paradas que realizan los choferes del servicio público en cualquier punto de las calles, han convertido en un verdadero infierno el tránsito en el municipio.

Hace ya más de cinco años, los regidores aprobaron la circulación en una sola dirección en la calle Real, principal vía de acceso al municipio, resolución que no ha sido ejecutada, por la oposición de algunos comerciantes.

Se sabe que las medidas que afectan a algunos sectores, hacen perder popularidad a los políticos que aspiran a continuar en sus cargos más allá del período de su ejercicio en el momento de la decisión, en el caso de Anyolino que agota su tercer período y ha anunciado que no optará por un cuarto mandato, es el momento para que tome estas decisiones, que si bien irritan al principio, luego se transforman en simpatías, cuando la mayoría del pueblo disfruta de sus beneficios.

Tenemos un ejemplo muy cercano en el alcalde de Santiago, Abel Martínez, quien encontró una ciudad arrabalizada y recibió todo tipo de críticas al intentar poner el orden, pero que hoy es uno de los alcaldes mejor valorados, al extremo de que se le ubica como un futuro presidente de la República.

Es tiempo ya de que Anyolino despierte y arranque con la organización vial, cueste lo que cueste y que los concejales entiendan que un pueblo no puede funcionar con los niveles de desorden que existen en Tamboril.

Este es el mejor momento para poner la casa en orden.

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