Por: Robert Cabrera
robertpcabrera@hotmail.com
8 de marzo de 2022.- Desde hace ya varias gestiones, el Ministerio de Interior y Policía, ha estado realizando en cada municipio del país, las denominadas "Mesas de Seguridad Ciudadana".
En estas reuniones, se aglutinan las gobernadoras provinciales, los alcaldes y vices, los comandantes policiales, Policía Municipal, intendentes de bomberos, presidentes de federaciones y juntas de vecinos, las iglesias, las autoridades de educación y todas las fuerzas vivas de los pueblos.
La finalidad de estas reuniones, es para que todos los sectores sociales, conjuntamente con las autoridades locales y nacionales, enfrenten problemáticas como la contaminación sónica, el caos del tránsito, la distribución y consumo de drogas, la delincuencia y otros males.
Hasta el momento, esas reuniones solo han servido para que la gente trabajadora de los pueblos, pierda su tiempo, ya que concluidas las mismas, no pasa nada.
Si tomamos el caso de Tamboril, que en estos momentos denuncia un desorden mayúsculo los fines de semana en la avenida Presidente Vásquez, donde la música estridente y obscena, las escenas de sexo y drogas, el bloqueo de las entradas a las residencias del sector y gente haciendo sus necesidades en las puertas de las casas, no permiten a los vecinos de esa vía y a los residentes del barrio Libertad, llevar una vida normal, ver televisión, leer o hacer cualquier actividad familiar o social.
Gente de trabajo que no logra concebir el sueño y niños que deben acudir a las escuelas y no pueden dormir.
Ante esa situación, la mesa de seguridad ciudadana, no ha aparecido, para poner el orden.
A diario hay denuncias sobre comercios y vecinos que amanecen con aparatos de música a todo volumen y al reportarlo a la Policía, estos no van y si van no resuelven absolutamente nada.
El tránsito desorganizado, los motores escandalosos y sin luces y otros graves problemas, no encuentran un Chapulín Colorado que los enfrente.
La gobernadora Rosa Santos, el director del Comando Regional Cibao Central y las autoridades que componen la famosa e inoperante "Mesa de Seguridad Ciudadana", deben intervenir y tratar de buscar una solución real a esta grave problemática y dejar la monería de las reuniones que solo han servido para hablar bonito, sin que se logre nada.
Esperamos que por fin, las autoridades agarren el toro por los cuernos, antes que la sangre llegue al río, por la desesperación de la gente decente, que ha perdido el derecho a vivir en un hogar tranquilo y seguro.
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