SORANGE BATISTA
En los organismos de socorro se debe generar un sentimiento de impotencia las sangrientas cifras de muertes por accidentes de tránsito que, a pesar de los cuantiosos recursos destinados a campañas de prevención, siguen en aumento y por las mismas causas: alcohol y velocidad.
Especialistas consultados refieren que la realidad no es más que el fondo que ha tocado el país por la falta de educación ciudadana y de un sistema de consecuencias efectivo, que ha impuesto una cultura de irrespeto y burla a todo lo que se llame autoridad.
“No hay respeto por nada, por nadie, por la vida; no hay respeto por el derecho de los demás, no hay respeto por lo que son las normas de convivencia pacífica y civilizada de los seres humanos; todas las sociedades del mundo necesitan normas y reglas mínimas de convivencia”, expresó el psiquiatra Secundino Palacios, al ser consultado.
Hoy
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