Por: Robert Cabrera
robertpcabrera@hotmail.com
Tamboril, Santiago; R.D.- 16 de mayo de 2016.- La desesperación en la política puede acabar con un futuro brillante y ese ha sido el caso de Julio César Rosario, un joven carismático que echó por la borda su futuro político.
La ambición desenfrenada llevó a este joven a perder en las tres principales organizaciones políticas del país en apenas dos períodos electorales.
Julio César sale derrotado del Partido Reformista y se refugia en el Partido de la Liberación Dominicana donde logra simpatías que no supo canalizar para el porvenir.
En las búsqueda de la nominación para la Alcaldía por esa organización, enfrenta de manera despiadada a su contendor, el actual alcalde Anyolino Germosen, quien finalmente se alzó con la candidatura al ganar las encuestas del PLD.
Rosario se marcha del Partido morado y pacta una quinta regiduría en el PRM, alcanzable únicamente si ganaba el aspirante a Alcalde Francisco Alvarez (Juan Bo), lo cual no sucedió, recibiendo Julio su tercer revés, quedando mal parado ya que no aportó los votos esperados a favor de la candidatura de la oposición.
Julio César logró hacer una estructura informática que le llevó a mostrar resultados abultados que le daban números que no tenía y los cuales terminó creyendo.
Comunicadores enemigos de la gestión de Anyolino aupaban la figura de este joven a quien hicieron tomar decisiones erradas que le costarán caro en su futuro político.
Ojalá que pueda reflexionar y ser menos impulsivo para que se reponga de estas derrotas que lo alejan de sus aspiraciones futuras.
Julio César tiene juventud e imagen, solo es asunto de moderarse y madurar para tomar el camino que lo coloque en el carril de los triunfadores.
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