La renuncia de Ariel de León, merece una reflexión.

Por: Robert Cabrera
robertpcabrera@hotmail.com

Tamboril, Santiago; R.D.- 26 de abril de 2018.- El anuncio publicado en las redes sociales por el joven político Ariel de León, merece una seria reflexión.

Ariel ha anunciado su retiro de las luchas populares y de las denuncias que ha venido haciendo desde su posición de dirigente opositor.

Esta decisión constituye un grave error para sus aspiraciones políticas futuras, porque la gente verá en él a una persona que ante cualquier crisis, estaría tirando la toalla.

La política requiere de paciencia, porque muchas veces somos traicionados hasta por los que dicen ser nuestros fieles seguidores.

Hay que tener la firmeza de tropezar y seguir caminando, sin imporatr las caídas, porque al final lo que cuenta es las veces que te hayas vuelto a levantar.

De León ha perdido sus últimos rounds, pero no debe dejarse quitar la corona. Es cierto que fracasó en su intento de ser elcto secretario general del PRM en el municipio. Por igual en la convocatoria al encuentro con el general José Acosta para tratar acerca de la delincuencia en Tamboril.

Para hablar solo de estos dos casos, debemos señalar que Ariel debió tomar en cuenta que aunque él llegó al PRM poco después de su fundación, esa organización está compuesta por viejos dirigentes del PRD y como era de esperarse, no le darían cabida a un compañero que llegó recientemente.

En el caso del encuentro con el general, Ariel debió suspenderlo en el momento en que se cambió al comandante de la policía en Tamboril, luego de reuniones entre el general Acosta, autoridades municipales y dirigentes del comercio. No tenía sentido ya, la visita del director del Comando Regional Cibao Central.

Ojalá que este joven político con un futuro por delante aprenda que los liderazgos no se hacen creyendo en encuestas de Facebook, sino creando estructuras reales para fortalercer su figura y su proyecto.

Ariel está a tiempo de emprender un proyecto a largo plazo que lo pueda llevar tan lejos como el pueda desear, pero que no se engañe y entienda que la única forma de triunfar en la política, es trabajando para fortalecer su estructura real, no virtual.