martes, enero 21, 2020

LA LIGA DE BEISBOL PROFESIONAL DOMINICANO DEBE CUIDAR SU CREDIBILIDAD.



Por: Robert Cabrera
robertpcabrera@hotmail.com

21 de enero de 2020.- No hay dudas de que el béisbol es el deporte rey de la República Dominicana y más aún después de lo vivido el pasado viernes con el juego decisivo del todos contra todos, que se ha calificado como un juego histórico.

No hubo un negocio, vehículo o casa que no estuviera en sintonía con el partido escenificado entre los grandes rivales Tigres del Licey y Águilas Cibaeñas.

El fanático dominicano es leal a su deporte favorito y a sus equipos.

Ahora bien, durante toda la campaña hubo grandes disgustos con las decisiones de los árbitros y del centro de revisiones, llegando a considerarse que ese equipo de arbitraje, cambió el curso del campeonato, ya que con sus desaciertos, pasó a la final el equipo equivocado.

En cada encuentro en los que se enfrentaban equipos del interior con rivales capitalinos, se producían decisiones que favorecían a los de Santo Domingo, en contra de los pueblerinos.

Estas desacertadas decisiones podrían hacer que los fanáticos no confíen más en la liga y en consecuencia dejen de seguir a los equipos y de asistir a los estadios, decretando una hecatombe económica que ponga en juego los campeonatos por venir.

Ya algunos peloteros han mostrado su disgusto y hay quienes han anunciado su retiro del béisbol local y otros simplemente se fueron.

Todo esto sucede cuando peloteros de grandes ligas se integraron a sus equipos para que el pueblo dominicano disfrutara de su presencia, imprimiendo calidad al torneo en una pelota en la que el nivel había bajado en los últimos años.

El Licdo. Vitelio Mejía, actual presidente de la Liga Dominicana de Beisbol y quien ha demostrado tener la intención de mejorar la imagen de la LIDOM, después de décadas de estar en manos de una persona atrasada y con un historial manchado con sangre, debe tomar cartas en el asunto, de manera que su labor no se vea empañada por la mala actuación de los Umpires y sobre todo del centro de revisiones, liderado por Berman Mejía, un liceísta confeso, que durante su desempeño como árbitro, dejó mucho que desear, por su parcialidad confesa, desde mucho antes de entrar a la liga, cuando practicaba otro deporte.

Los fanáticos que apostamos a nuestro béisbol, ponemos nuestra esperanza en manos de Vitelio, para que en lo adelante se tomen medidas que mejoren la imagen y credibilidad en la liga y los torneos, antes de que el barco haga fondo.

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