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Tamboril; R.D.- 6 de febrero de 2019.- Una lluvia de precandidaturas en busca de una posición en las boletas de los diferentes partidos políticos con miras al proceso electoral del año próximo, ha desatado una ola de encuestas que podrían distorsionar la realidad de la intención del voto.
En las redes sociales vemos a diario subir encuestas, algunas de ellas con la intención expresa de favorecer a un aspirante en específico.
En estas encuestas, usted entra y hay un candidato que está puntero y sorpresivamente le borran votos para favorecer a otro.
Recientemente Edward Rosado publicó su disgusto, manifestando que lo midieron con otro aspirante y le etiquetaron la encuesta a éste y a su familia, lo que le ofrece la ventaja de poder promoverse, mientras que él no estaba enterado.
Los sondeos en las redes sociales son carentes de todo rigor científico, son manipulables y no confiables, por lo que los votantes no deben dar crédito a estos.
También hay programas con los que puedes emitir cientos de votos con perfiles falsos creados para esos fines.
Las encuestas realizadas por empresas reputadas, sí pueden ofertar una radiografía del momento en que se realizan, aunque en ese sector también se maquillan resultados.
Al sopesar los resultados de una encuesta, es muy importante saber de donde proviene, para dar crédito a los datos que allí aparecen.
No nos dejemos engañar con resultados divorciados de la realidad. Basta con recordar que en las recién pasadas elecciones del 2016, un aspirante que ganó ampliamente las encuestas municipales, tuvo que moverse de partido y en ambos no resultó ser el candidato.
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